Descubre cómo producimos nuestro aceite de oliva virgen extra

El aceite de oliva es uno de los emblemas de la cultura mediterránea. De todas las variedades existentes, el aceite de arbequina está reconocido como uno de los mejores aceites del mundo, por su suavidad sin precedentes y el sabor afrutado y profundo.

Ante un producto tan singular, resulta conveniente poner especial cuidado en preservar todas las cualidades organolépticas intactas. A continuación, te detallamos los aspectos que condicionan el cultivo y la producción de nuestro oro líquido.

La variedad de la aceituna nos marca el camino

No es lo mismo cultivar un tipo de aceituna que otro. Cada variedad tiene sus particularidades y necesita unos cuidados distintos. En Gaudea trabajamos únicamente con aceitunas arbequinas, porque las consideramos la viva esencia del mediterráneo.

Se trata de un fruto rústico, de color verde intenso y maduración temprana. Es especialmente graso, por lo que nos aporta un aceite denso, pero a la vez fresco y suave, nada amargo, y en el que predominan las notas afrutadas.

Cultivamos nuestras arbequinas en los campos de proximidad de la singular D.O.P. Les Garrigues (en Lleida), que destaca por ser la denominación de origen protegida más antigua en España y cuyo sello de calidad garantiza la excelencia del producto.

Una cosecha distinta para cada aceite de oliva

Nos hemos especializado en dos gamas de aceite: Signature y D’Arbequina. Ambos son aceites virgen extra y de una calidad excelente. Lo que diferencia una gama de la otra es el momento elegido para su recolección.

La gama Signature es de cosecha especialmente temprana (de principios de octubre), por lo que su jugo contiene una mayor presencia de clorofila y el sabor es más intenso, con toques herbáceos e incluso chispeantes. En cambio, para la gama D’Arbequina escogemos aceitunas maduras, porque le aportan una mayor suavidad y un bouquet especialmente afrutado.

¿Cuál es el cultivo óptimo de las aceitunas arbequinas?

Los campos de nuestra D.O.P. son de secano, especialmente aptos para que las aceitunas arbequinas maduren correctamente.

Nos estamos refiriendo, pues, a una tierra áspera y a un clima particularmente seco y privilegiado, ideal para cultivos típicamente mediterráneos, como la viña, los almendros, los cereales y, por supuesto, los olivos.

Aunque otras zonas de España también se han especializado en la producción de aceitunas arbequinas, ninguna tierra es tan idónea para su cultivo como la de Les Garrigues.

¿La climatología altera el resultado de la cosecha?

Cuando nos referimos a la arbequina, el clima no suele ser un problema. A diferencia de otros tipos de aceituna, esta variedad es resistente tanto a las heladas como a las sequías, ambos fenómenos muy propios de la D.O.P. Les Garrigues. Por lo tanto, se adapta estupendamente a las particularidades climáticas y al tipo de tierra.

Sin embargo, del mismo modo que para el ser humano no existen dos años iguales, en el mundo de la agricultura cada cosecha es distinta. La climatología (en especial, las temperaturas y las lluvias) marcará la intensidad del jugo de las arbequinas, cuyos matices varían casi imperceptiblemente de un año al siguiente.

Así pues, un consumidor experto que adquiera dos frascos de aceite de oliva virgen extra de cosechas diferentes tal vez sea capaz de apreciar particularidades distintas en uno y otro, aunque ambos sean excelentes. Esta es parte de la magia de degustar un aceite de oliva virgen extra artesanal.

El momento de la producción, crucial

La aceituna arbequina es pequeña y especialmente reconocible por su forma redondeada y elíptica. Pero su diminuto tamaño no debe engañarnos: alberga en el interior una elevada proporción de jugo, por lo que se trata de una de las variedades más adecuadas para la producción de aceite de oliva virgen extra.

 

En Gaudea ponemos la máxima atención en el proceso de producción y distribución de nuestro AOVE, porque sabemos que estamos tratando con un producto sensible y exquisito. Por este motivo, una vez hemos recolectado nuestras aceitunas arbequinas, usamos únicamente procedimientos mecánicos y de extracción en frío. Solo así nos aseguramos de preservar todas las cualidades del producto y de trasladarte a la mesa una experiencia inolvidable.

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