Propiedades del aceite de arbequina | Un aliado para nuestra salud y la cocina

El aceite de oliva es uno de los grandes tesoros del mediterráneo. Su grandeza ha permitido que esté presente en la dieta del ser humano durante milenios, y sus beneficios nos han nutrido y llenado de vida a lo largo de nuestra historia.

Una de las variedades más expresivas es la del aceite de arbequina, capaz de trasladar a nuestros paladares la más pura singularidad de nuestra tierra. Sus propiedades lo convierten en un aceite ideal para los platos más refinados y en un aliado para nuestra salud.

El de arbequina es un aceite especial. Requiere de unos cuidados específicos para su conservación. Si esta es de calidad, se transforma en uno de los aceites más selectos.

Un tesoro atemporal

El aceite de oliva hunde sus raíces en lo más hondo de nuestra historia y su producción se remonta a las grandes civilizaciones romanas, griegas y fenicias.

Fue Homero, uno de estos grandes poetas, quien definió el aceite de oliva como el oro líquido. Desde entonces ha sido valorado y venerado como tal. Los romanos trajeron el cultivo y la producción de aceite de oliva a la entonces Hispania, descubriendo una calidad excepcional en nuestra tierra.

Hoy en día, esta calidad se confirma en las distintas denominaciones de origen que encontramos a lo largo de la península. Los aceites de Gaudea cuentan con la histórica denominación de origen de Les Garrigues, la primera D.O.P. alimentaria que fue reconocida en España y certificada por la Unión Europea años más tarde.

La arbequina, la elección más refinada

La arbequina es una aceituna con un carácter único. Su sabor es el rasgo más característico. Su suavidad aporta un acabado impecable en salsas y postres.

El amargor presente en otras variedades de aceite desaparece en el de arbequina, siendo una opción codiciada por los paladares más refinados.

En las ensaladas se convierte en uno de los indiscutibles protagonistas. Es el aceite más recomendado para niños, por su pulido sabor.

La sabiduría de la naturaleza

Son muchos los beneficios del consumo de aceite de oliva para nuestro cuerpo. Sus múltiples propiedades nos ayudan a vitalizar el organismo, prevenir enfermedades y alimentar nuestro sistema inmunológico. El aceite de oliva es sinónimo de calidad de vida.

Cada aceite monovarietal tiene unas características concretas. La arbequina da al aceite un dulzor particular. El aroma afrutado nos traslada a los campos de olivos tostados bajo el sol, y su consumo nos enraíza en nuestra tierra.

Los ácidos poliinsaturados y oleico abundan en este tipo de aceite, canalizando sus múltiples beneficios para nuestro cuerpo. Su sabiduría milenaria nos aporta nutrientes esenciales que nos ayudan a prevenir enfermedades como la artritis, el cáncer o el Alzheimer.

El aceite de arbequina es también rico en antioxidantes, por lo que es un aliado irreemplazable para nuestro sistema inmunológico.

Un aceite especial

La arbequina es uno de los tipos de olivas más pequeñas. De ellas se extrae, concentrado, su singular aceite. Es una variedad muy particular y sensible, por lo que es necesario poner el máximo cuidado en el proceso de producción y distribución, esenciales para su conservación.

En Gaudea, la calidad y la elegancia son nuestro punto de partida. Nuestras botellas de Gaudea d’Arbequina y Gaudea Signature son de cristal oscuro u opaco para propiciar una conservación óptima del aceite. De este modo, evitamos que la humedad, el calor y la luz puedan alterar sus propiedades.

Nuestros envases evocan los colores de nuestra tierra y proporcionan a nuestro tesoro el respeto que se merece. Somos olivareros de corazón. Tratamos el aceite con el mimo que exigen tus platos, desde el olivo hasta tu mesa.

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